Diálogo entre Cacho Fontana y Roberto Perfumo

Lázaro interceptó esta charla entre dos grandes amigos y la ofrece en exclusiva a sus lectores.

—Mira Perfumo, yo fajé a una loca y armé el primer lío de merca de la Argentina. Antes que Olmedo y Maradona. Pero la gente no reconoce mis méritos. Querían que fuera un «señor Odol pregunta» toda la vida. No se bancaron mi rock. Es un caso bien Foucault: al poder le convienen estos disturbios porque así justifica la posibilidad de tirarnos los perros y mandar más yuta.

—Cachito, vos sabes que yo te adoro, pero creo q venís un poco pasado. A veces es bueno un poco de meditación y autoayuda, yo te digo, esos días en que veo todo negro y no cazo un fulbo me doy una buena dosis ( y cuando digo buena dosis vos sabes bien de lo que hablo) de Infinito Místico, que me pone pum para arriba, y ya estoy fuerte de nuevo para unos mates y unos buenos tangos machos.

—Claro Roberto, esto es muy argentino. Vos ahora hiciste con Víctor Hugo una propaganda de afeitadoras. Ahora no va a faltar el que te pregunte si también te afeitás los pelitos de la chota.

—Es que sabés que pasa, es como decía Castaneda, cuando uno no tiene nada que perder, se vuelve valiente. O como decía Guido Suller, yo me la afeito pero en seco, porque soy varón.

—Dicen que soy medio psicopatón, pero en verdad, lo que a mí me gustaba de tu juego, no era esa elegancia por la que te bautizaron «el mariscal». A mí me gustaba cuando a un delantero lo hachabas bien hachado, lo partías al medio. ¿O no es la violencia el elemento cohesivo y constitutivo que nos hace en tanto tribu? ¿O no estamos acaso en un estado aún anterior al de las cavernas? !Minuto Odol en el aire!

—No se Cachito, no sé. Yo de a ratos ando medio perdido en medio de la cancha, vos sabés, la vida te hace mierda. En el ’66 jugaba en la selección y hoy me invitan a participar en debates sobre Racing con Guille Francella…