CONSULTORIO DE LA LIC. LAIKA LAPERRA

LOS NOVIOS NO EXISTEN: SON LOS PADRES

Aquí estoy, seria como perra en bote, intrascendente como coger con una buena persona. Odio los blogs. Las amistades virtuales me deprimen. Soy una psicoanalista de diván. Y sobre todo payasitos, descarten esa idea romántica de que han elegido a sus simpáticas parejas: los novios no existen, son los padres.

Habiendo recibido las preguntas de algunos lectores de mi columna, me indispongo a responder y a evacuar todas sus dudas.









—Licenciada ¿Cómo puedo pasar una noche de amor cuando el muchacho es muy neurótico?

—Depende de que tipo de neurosis tenga. Para una noche con un fóbico no olvides el insecticida. El suave aroma de un “RAID CUCARACHAS” al lado de la cama puede cumplir un efecto afrodisíaco.
Si es un hipocondríaco, te recomiendo un botiquín y un tubo de oxígeno.
Si es obsesivo duchate tres veces y plegale el pantalón en medio del arrebato pasional.
Si es histérico te vas a quedar re caliente porque él va a disfrutar de su propia insatisfacción y de la tuya también.
Bueno, te habrás convencido de que con los neuróticos no hay manera.
Pero no te preocupes: hay otra alternativa: que te toque un psicópata. En ese caso bombón, empezá a correr a no ser que quieras aparecer en la tapa de CRONICA. Y no vivir para contárselo a tus amigas.

—¿Cuál es el secreto de los neuróticos obsesivos?

—El obsesivo necesita de una higiene exhaustiva del lugar del encuentro, no sólo del cuerpo propio y el amado sino también de las sábanas y paredes, es decir su objetivo es EVITAR EL POLVO, en toda la amplia significación de la palabra. Para evitar su encuentro con el sexo y la muerte, se mortifica en vida. La pregunta del obsesivo es ¿estoy vivo o muerto?. La respuesta es fácil: está muerto.

El usuario desconocido pregunta:

— Laika, ¿por qué muchas mujeres lloran cuando hacen el amor?

— Quizá porque, junto a la muerte y disolución que implica el orgasmo, volvemos a sentir que dejamos de ser niñas frente a ese abismo inabarcable que es el deseo. Esto no lo entenderías nunca porque sos un pelotudo (nada personal, me refiero a que tenés testículos).


Señor Horacio pregunta:

—¿Con qué pregunta mediría una grave crisis de autoestima?

—Con la siguiente: ¿ha dejado usted de masturbarse por considerarse indigno de sí mismo?