Cuando vos fuiste Lázaro fue y vino, fue y vino, fue y vino. No porque sí anda resucitando por ahí. Y acá te canta la posta de tu signo.
ARIES: «Yo Tarzán, tu Jane» (o viceversa, es su lema). Transpiración y animalidad. Si querés delicadeza buscate un intelectual (los intelectuales son pésimos para el amor ¿o nos vas a decir que te excita el monólogo de Hamlet?). Jamás le digas «sacá tu animalidad» a un Aries pues probablemente termines en el zoológico mismo. Cuando partiste siguen embistiendo contra la cama sin la necesidad de tu presencia.
TAURO: Cuando la taurina lleva sus manos a tu pantalón no busca lo que tu crees sino la billetera. Pero calma, es muy sensorial y le encanta tocar. La solución mágica para cualquiera de ambos sexos toros: una invitación a cenar. Aunque sea por una vez en tu vida bañate y ponete perfume porque Tauro es el signo de los sentidos. Es sensual, artístico y acaricia como nadie. El taurino es celoso. La taurina para qué. Disimulá cuando codicies a la mujer de tu prójimo porque te va a borrar la cara. Y si ella se entera que la estás engañando... bueno amigo, rezaremos por tu alma.
GEMINIS: La geminiana es tan ansiosa que ya está prendiendo un cigarrillo y diciéndote «la pasé de maravillas» antes de que le des un beso. Y cuando te decidís a darle un beso ya tiene ochenticinco cosas más que hacer. Habla tanto que es probable que aproveche su natural facilidad para la locución antes de que tengas que pedírselo. Tiene tantas personalidades que podés llegar a dudar con quién te acostaste. Pero cuando te lo estés replanteando ya se habrá ido. El geminiano: idem.
CANCER: Un canceriano al mediodía es un espectáculo penoso. Necesita retraerse como el cangrejo que representa a su signo. Va para atrás. Aunque se las dé de progre es conservador. Y más te vale cocinar bien y sobre todas las cosas, caerle simpática a su mamá. La luna lo hace cambiar de manera que... te sorprenderá amigo/a. Si está de mal humor, haz tu buena acción del día: dale (amor). Y el hogar siempre será lo más importante para un cancer por lo que guardate tu estúpido chiste de hogarchaconunoogarchaconotro.
A la cangreja le cuesta negarse. No queremos decir que sea fácil, sino q cuando algo le gusta dificilmente le haga asco. No le andes con vueltas que te vas a marear.
VIRGO: Es tan detallista, minucioso e hipocondríaco que es imprescindible tener un botiquín cerca. Con su kit de primeros auxilios a mano gozará sin problemas... a no ser que tengas una manchita en tu sábana. Cuando te besa descubre cuales son tus hábitos alimentarios, o sea que está pensando si comés sano mientras vos te hacés el galancete. Para seducir a un virgo: prospectos en lugar de poemas. Cumplí tu fantasía del mayordomo o la mucamita porque les encanta limpiar.
LIBRA: La libriana necesita argumentos (mejor aún si aluden a la justicia). Mejor que le digas con decisión cosas como: «nos merecemos este momento». Ese anhelo de equidad le cae en gracia. Es artístico/a así que descartá tu grasada habitual. No conoce el equilibrio, por lo que te damos la buena nueva: vos lo vas a tener que completar (literalmente). No le pidas que decida nada, es inútil. Y en el sexo... sí, necesita todo el tiempo de esa fusión que tanto te hace falta.
LEO: La leonina trata de no despeinarse mientras es sacudida. De todas maneras si no tuvieras la fuerza para sacudirla te ignoraría: no serías digno de ella, y eso que tenes ahí casi nunca alcanza para hacerla rugir. El leonino está contento si le pedís un autógrafo luego de la cosa. Tienen tanto ego que a poner el espejo en el techo. Con Leo todo a lo grande. Entendiste o te tenemos que explicar?
ESCORPIO: Cuando un escorpiano te dice «mami/ papi te voy a matar» no se trata de un piropo: sos boleta. Te avisamos: saben cuando les mentís, tu cara de naipe no va a funcionar con ellos. La cama es su templo: no se te ocurra dejar una miguita sobre ella. (Pero sí un hilito de baba). Son intensos en todo y vos que sos medio light te vas a asustar. Tienen algo detectivesco y jamás perdonan.
SAGITARIO: Ella tiene una sinceridad tan demoledora que no vacila en decirte que su novio anterior estaba mucho mejor dotado que vos. Además de arremeter con esa pequeñez que tenés entre las piernas, te avisamos que te va a pedir mucho más porque no conoce límites. Si querés arruinarlo todo, olvidate de la rutina. El hombre sagitario es mitad galán mitad caballo, según por donde lo agarres te invita a viajar o a cabalgar.
CAPRICORNIO: Tienen una lentitud exasperante y al lado de su natural sabiduría no te va a servir para nada haber leído «Borges para principiantes». Descartá tu atuendo fluo y tus prendas interiores de leopardo: andá a lo clásico. Si te desvestís subiendo la música tecno, va a pensar que tenés un serio problema mental. Clasicismo; y si pensabas hacerlo en el ascensor mejor llamamos a seguridad.
ACUARIO:La acuariana es tan vanguardista que ya se está duchando antes de desvestirse. No solo le faltan un par de jugadores sino que en verdad nunca llenó el álbum. Es fosforecente, andrógina y cuando le hablás está siempre pensando en otra cosa. No le divierte tenerte haciendo flexiones arriba.
El acuariano es andrógino y pendiente de la tecnología. Más puede excitarle un documental sobre como armar un microchip que un película erótica. En el acto sexual realiza ciertos movimientos espásticos con cara de «yo visité Ganímedes». Tu normalidad lo aburre de muerte. Vas a tener que bancarte salir con él y sus amigos si no querés quedarte sola todos los viernes del resto de tu vida.
Necesitan tanto lo exótico que el sexo en la cama les parece antinatural.
PISCIS:El pisciano está bien representado por el animal que simboliza su signo: es un pescado. Jamás entendió que para pasarla bien en el planeta tierra es necesario tener un cuerpo. Tenés que tomar la iniciativa: si te desnudas es probable que se preocupe por tu posible resfriado. La pisciana es tan sutil y etérea que vas a decir ¿qué hago embistiendo solo contra el colchón? Programa ideal: sexo tántrico espiritualista en un monasterio en las montañas.